El cajon de las gafas

Como médico de familia que era, mi padre recibía muchísimos regalos por Navidad de sus clientes y de los laboratorios médicos... de entre esas cosas recuerdo sobre todo botellas de vino y licores, jamones (¡un año nos cayeron siete!) y figuritas horrorosas... PERO había algo más. Mi madre no sabe decirme si era un laboratorio o un paciente, pero cada año caía un regalo de los de “alto diseño”.... bueno, alto diseño ahora, porque según me dice mi madre, para ella no eran más que cosas de plástico... un cenicero Gemini, un juego de salero y pimentero de diseño alemán bestial (que tengo en casa)o el set de madera del cenicero Oslo de Andre Ricard (que también me he traído a casa), un reloj de esos de pedestal, plateado, con forma de huevo, alguna pieza de cristal finlandés (que, por supuesto, me he quedado yo con ella) y un reloj amarillo, con forma de cilindro y numeritos de esos que bajan como los de los paneles de los aeropuertos y estaciones... ese reloj, lo mismo que la mayoría de esas cosas, se acabaron rompiendo y tirando a la basura (qué horror, como pudieron!!!) y siempre he tenidodo ese reloj amarillo como uno de los objetos más bonitos que recuerdo de mi infancia.... me pasaba “horas y horas” (no tanto, pero bueno) mirando cómo cambiaban los números... ¡parecía cosa de magia!

Hace un par de años lo vi en la portada de un libro de diseño industrial y corrí como loco hacia él... este reloj también tiene nombre y apellidos. Es el modelo Cifra 3 de Solari, una casa relojera italiana establecida en Udine, y fue diseñado por Gino Valle en 1966 (por lo que me imagino que llegaría a casa más o menos al mismo tiempo que yo, que soy de mayo del 68).

Desde el punto de vista técnico la serie Cifra supuso una revolución en los relojes analógicos, pero es el Cifra 3 el que tiene el mejor diseño... como las lengüetas donde van los números giran sobre un eje y van cayendo según un “mecanismo del demonio” muy ingenioso, el reloj tiene sencillamente la forma de un cilindro, que es de plástico transparente en el frente, y para que no ruede, otro cilindro hace las veces de peana y depósito para las pilas (de esas grandotas),

Desde que lo vi no dejé de buscarlo por internet... y en cada página de diseño retro en que lo tenían estaba agotado... hasta que lo encontré en un sitio italiano (Spazio900) y ni que decir tiene que me lo compré... bueno, pero no amarillo, ese ya no lo reeditaron más (el que poseo es una pieza numerada realizada para el MOMA... y sólo se hicieron rojos, blancos y verdes. El mío es rojo.). Ahora lo tengo justo enfrente de mi, frente al teclado, y siempre sé la hora exacta y, además, de una de las maneras más bonitas de saberla, que es mirando mi Cifra 3.