martes, octubre 07, 2003
001. Silla Hill House, Ch.R. Mackintosh, 1903
Cuando empecé a estudiar Bellas Artes descubrí que LA SILLA, esa silla que había visto en revistas y en algunas películas, y que me encantaba, tenía nombre, autor... yo ni sabía quién era Charles Rennie Mackintosh y, por entonces, lo que sabía del Modernismo o Art Nouveau era que lo había en París, que Gaudí había construído todos esos edificios en Barcelona y poco más... (yo es que fui a Bellas Artes rebotado de Biología, y allí de Veterinaria... fijaos qué camino más extraño para llegar hasta aquí).
Una vez me enteré de quién la había diseñado, para dónde, cuándo... me di cuenta de lo realmente especial que era. Ya de por sí resulta alucinante que una silla como esta fuera realizada en 1903... que alguien fuera capaz de diseñar no ésta, sino toda una serie de sillas bellísimas y, lo averigüé por entonces, unos edificios tan sumamente maravillosos... el trabajo de Macintosh, además, influenció sobre uno de los movimientos del modernismo que más admiro, la Sezesión vienesa... en mi opinión el mejor fin que pudo tener el Art Nouveau y precursor, en mi opinión, tanto del Art Decó como del Movimiento Moderno.
Sí, es bastante incómoda y eso os lo puedo decir yo, que pude conseguir una de las reediciones de Cassina en unos saldos de un almacén de muebles en Alcobendas... baratíiiisima (aparte también consegui una Argyle... -diseño de 1897- preciosa!) y la he usado en más de una ocasión... pero es que fue diseñada como silla auxiliar, para alzarse, negra majestuosa, entre dos armarios lacados en blanco del dormitorio principal de Hill House, en Helensburg, Glasgow. Es una silla de dormitorio, y es perfecta para sentarse en ella a quitarte o ponerte los zapatos, para dejar el pantalón mientras eliges la camisa...
Mackintosh, por su lado, hace honor al tópico del genio. Su declive fue acelerado por el whisky al que era tan aficionado, y su estilo no acabó de cuajar en el resto del Reino Unido... a pesar del éxito que tuvo en Europa en la Exposición Universal de Turín (1902) o en Viena.
La razón por la que la haya colocado la primera en esta relación de objetos, personas, músicas... es que ésta fue la cupable de que ahora mismo sea un loco del mobiliario, del diseño, del modernismo en cualquiera de sus variantes... no sé si sería el objeto que me llevaría a una isla desierta conmigo (no, porque seguramente acabaría acabado alimentando un fuego para cocinar o dar calor) pero para mi, mi mackintosh es un símbolo de todo lo que descubri cuando decidí cambiar de rumbo en un momento de mi vida, y, por esa razón, también la coloco en el primer número de esta lista.
Tengo estos nuevos
y de enetation (ya sabeis lo que pasa con él), estos otros
Una vez me enteré de quién la había diseñado, para dónde, cuándo... me di cuenta de lo realmente especial que era. Ya de por sí resulta alucinante que una silla como esta fuera realizada en 1903... que alguien fuera capaz de diseñar no ésta, sino toda una serie de sillas bellísimas y, lo averigüé por entonces, unos edificios tan sumamente maravillosos... el trabajo de Macintosh, además, influenció sobre uno de los movimientos del modernismo que más admiro, la Sezesión vienesa... en mi opinión el mejor fin que pudo tener el Art Nouveau y precursor, en mi opinión, tanto del Art Decó como del Movimiento Moderno.
Sí, es bastante incómoda y eso os lo puedo decir yo, que pude conseguir una de las reediciones de Cassina en unos saldos de un almacén de muebles en Alcobendas... baratíiiisima (aparte también consegui una Argyle... -diseño de 1897- preciosa!) y la he usado en más de una ocasión... pero es que fue diseñada como silla auxiliar, para alzarse, negra majestuosa, entre dos armarios lacados en blanco del dormitorio principal de Hill House, en Helensburg, Glasgow. Es una silla de dormitorio, y es perfecta para sentarse en ella a quitarte o ponerte los zapatos, para dejar el pantalón mientras eliges la camisa...
Mackintosh, por su lado, hace honor al tópico del genio. Su declive fue acelerado por el whisky al que era tan aficionado, y su estilo no acabó de cuajar en el resto del Reino Unido... a pesar del éxito que tuvo en Europa en la Exposición Universal de Turín (1902) o en Viena.
La razón por la que la haya colocado la primera en esta relación de objetos, personas, músicas... es que ésta fue la cupable de que ahora mismo sea un loco del mobiliario, del diseño, del modernismo en cualquiera de sus variantes... no sé si sería el objeto que me llevaría a una isla desierta conmigo (no, porque seguramente acabaría acabado alimentando un fuego para cocinar o dar calor) pero para mi, mi mackintosh es un símbolo de todo lo que descubri cuando decidí cambiar de rumbo en un momento de mi vida, y, por esa razón, también la coloco en el primer número de esta lista.
